La falta de médicos especialistas.Sobre el alarmante déficit de atención médica especializada en los establecimientos de Salud
Uno de los graves problemas que enfrenta nuestro país es la falta de médicos y servicios especializados en Lima Metropolitana y en las regiones. Sin embargo, las regiones llevan la peor parte. Estudios revelan que por lo menos se necesita 40 mil médicos adicionales, de los cuales unos 16,000 especialistas serían para equilibrar la oferta con la demanda.
Esta cifra es modesta si consideramos que el crecimiento económico sostenido ha mejorado el nivel de ingresos de las familias y por lo tanto asignan mayores recursos para el cuidado de su salud. Además, el subsidio del Estado a través del Seguro Integral de Salud ha crecido, aunque no mucho, pero el resultado contribuye a la incorporación de mayor número de beneficiarios, que también aumentan la demanda. Este proceso de incremento de la demanda no ha ido acompañado del incremento de la oferta de servicios especializados.
Las colas o listas de espera, las quejas y el agravamiento de enfermedades son la expresión de ese desajuste. Construir más y mejores establecimientos de salud dotados con equipamiento, insumos y medicamentos no resuelve el problema sino se cuenta con médicos especialistas. Esta tarea es necesaria, pero significa pensar en el mediano y largo plazo. La formación médica es ardua y prolongada, además las condiciones económicas poco atractivas desaniman muchas vocaciones. Peor aún, los médicos migran al exterior.
Esta pendiente del voto del Pleno del Congreso de la República desde el 2012, el proyecto de Ley de Residentado Médico, es decir, la Ley de la formación de especialistas. El Ministerio de Salud tiene el compromiso de restituir a través de un proyecto de Ley del ejecutivo los artículos de la Ley de Trabajo Médico (DL 559) que la llamada reforma derogó erróneamente, debilitando y destruyendo la carrera médica. Se encuentra en debate la nueva escala remunerativa para los médicos cirujanos que permita dar mayor flexibilidad y reconocimiento dada su alta especialidad y escasez.
Sin embargo, los enfermos no pueden esperar el mediano y largo plazo. Para ello se han propuesto 2 vías paliativas y de coyuntura. Una de ellas, es la posibilidad que los profesionales puedan trabajar horas adicionales a su propia jornada laboral en modo remunerado en su propio establecimiento u otro. Esta modalidad, normada por el DL 1154 es de complicada y engorrosa aplicación y adicionalmente choca con restricciones presupuestales del Seguro Integral de Salud (SIS). Su aplicación es restringida. Se necesita flexibilizar, simplificar, mejorar el financiamiento y aumentar la retribución para hacerla atractiva.
Otra modalidad es el plan conocido como Más Salud. Significa llevar equipos de profesionales especialistas con equipos rotativos o móviles a las regiones. Se han destinado 25 millones de soles, de los cuales 17 millones serán ejecutados por el Instituto de Gestión de Servicios de Salud (IGSS) y 8 millones por la sede central del Minsa. Se programarán, según sus directivos, campañas de 15-20 días, atención especializada en 20 regiones. Este proceso requiere un enorme trabajo de programación, auditoria y seguimiento para evitar los problemas legales. La Superintendencia Nacional de Salud (SUSALUD) deberá tener un arduo trabajo para cuidar que se respeten los estándares del acto médico y los derechos de los usuarios de estos servicios. Esta atención de campaña no puede estar exenta de calidad ni protección de la seguridad y derechos humanos de los pacientes. Asimismo, estos viajes generarán mayor demanda y expectativas no sólo en los pacientes sino en los profesionales que laboran en esos lugares, por ello debe ser dotadas de transferencias de competencias y capacitación en servicio.
La solución del corto plazo es complicada y riesgosa. La aparición de alguna complicación médica por la inobservancia de estándares de calidad o un inadecuado seguimiento de los pacientes luego de la retirada la misión médica pondría en serio peligro esta iniciativa reservada para desastres y guerras. El Perú vive una situación similar por improvisación y una fallida reforma de salud.
Por Herberth Cuba García