Sobre la polémica ley que desfinancia a los sistemas de salud y de pensiones
El Congreso de la República ha aprobado, casi por unanimidad, la exoneración de descuentos para salud y pensiones a las gratificaciones y aguinaldos de los servidores en planilla laboral. Se ha acusado a este voto de populista. Se ha dicho que su dación reactivará la economía. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) hizo una adecuada oposición al Proyecto de Ley, pero sin éxito. La bancada oficialista se negó a sustentar esa oposición, y peor aún, votó a favor del proyecto y en contra del MEF. A primera vista concluimos que el Ejecutivo no tiene un real acompañamiento en el Legislativo. Es decir, el presidente Humala ya no lidera ni su propia bancada congresal.
Pero si analizamos con mayor detenimiento constatamos que el voto señalado como populista no es tal, sino todo lo contrario: es elitista, porque los ciudadanos que tienen una relación laboral formal en nuestro país son una minoría. Más del 75% de la población está excluida de esa maravilla que se llama empleo formal. Y sólo el 20% de ese 25% que tiene empleo formal goza de 14 y 16 sueldos al año. El restante 80% son empleados públicos, maestros, enfermeras, médicos, entre otros, que sólo reciben 12 sueldos, un aguinaldo y una gratificación de sólo 300 soles al año. Los trabajadores agrarios y las empleadas del hogar formales corren parecida suerte. Es decir, el Congreso ha legislado para favorecer a una élite del sector público y privado, cuyos sueldos sobrepasan en promedio los diez mil soles mensuales. Hay que decirlo con claridad, es un voto elitista.
Los S/.800 millones que dejará de percibir Essalud y los mil millones que tampoco recibirán las AFPs significan un enorme golpe a las inversiones: por un lado, los hospitales que Essalud tiene programado construir no se harán, y por otro lado las inversiones que debían realizar las AFP tampoco. Es obvio que lo que se destina al consumo generará una aparente farra de consumo en el corto plazo, pero en el mediano y largo plazo le restará desarrollo de todos los peruanos.
El dinero que se le quita a Essalud y a los sistemas de pensiones tendrá que reponerlo el Estado con el dinero de todos los peruanos. Como todos sabemos, ya existen Pensión 65, la ONP y la pensión mínima en las AFP y el Seguro Integral de Salud. Es decir, tendrá que subsidiar. El Estado no puede abandonar a los ciudadanos a su suerte. El Estado llenará el forado que ha creado el Congreso para favorecer a esa élite.
Pero no solo se dejará de invertir, también se hará más precaria la atención médica en Essalud y se le restará ingresos a los jubilados en el futuro. Es increíble que se intervenga un sistema que se autofinancia bajo principios de ahorro y solidaridad. Si no hay ahorro individual no existe posibilidad de atención médica y menos aún jubilación en la vejez. Es necesario obligar el ahorro y socializar el riesgo a enfermar, sino terminaremos echando mano al erario nacional, es decir, al dinero de todos los peruanos.
Una grave omisión se ha puesto en relieve al analizar la norma aprobada por el Congreso en relación a las Entidades Prestadoras de Salud (EPS), ya que éstas reciben 2.25% del 9% que recibe Essalud de los aguinaldos y gratificaciones y que, al no exonerarse de manera expresa a las EPS en la norma, las empresas aportantes tendrán que transferir de todos modos esos fondos a las EPS, generandose así una discriminación en el trato al seguro social de salud. Esta inexplicable situación agrava el desfinanciamiento de EsSalud, lo que es motivo suficiente para que la norma retorne al Congreso para un mejor estudio.
Essalud ha perdido más de S/.4,000 millones desde que se inafectaron por primera vez los aguinaldos y las gratificaciones. Este progresivo desfinanciamiento va a contracorriente de lo expresado por CEPLAN, que señala que el financiamiento público de la salud debe ascender al menos al 6% del PBI.
Luego de leer el Comunicado del MEF y escuchar las declaraciones del PCM Pedro Cateriano es obvio que son conscientes del riesgo que esta norma genera para la viabilidad financiera de Essalud. El presidente de la República debe observar la ley elitista.
Herberth Cuba García