Remarca el aseguramiento y destruye a EsSalud
El 31 de mayo el Ministerio de Salud (Minsa) presentó la Hoja de Ruta para la Implementación del Consenso en el Acuerdo Nacional. Un informe preparado, según se expuso en la Sesión del Consejo Nacional de Salud, por un equipo de expertos liderado por la ex ministra de Salud Midori de Habich e integrado por Augusto Portocarrero, Claudia Medina y Osmar Perona; y como producto de una consultoría contratada con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Como es conocido, cuando Midori de Habich ejerció el cargo de ministra de Salud enfrentó la más prolongada huelga médica (150 días). Uno de los puntos más saltantes de ese conflicto fueron las profundas discrepancias con la llamada Reforma de Salud. A raíz de ello, el gremio médico, la sociedad civil y los gremios de trabajadores plantearon acudir al Foro Nacional del Acuerdo Nacional para contrastar la Reforma de Salud con la vigente política de Estado en Salud, para desarrollar un consenso en relación a los objetivos que debería tener la Reforma en Salud.
Luego de casi seis meses de debates, dos veces por semana, el trabajo dio sus frutos y se aprobó por consenso el documento “Los objetivos de la Reforma de Salud”. Este documento, muy rico en contenido, reitera la Décimo Tercera Política de Estado (2002) en relación al acceso universal a los servicios de salud y a la seguridad social. Este consenso toma distancia con la mal llamada Reforma de Salud que implementó el gobierno. El aseguramiento universal se convirtió, en ese evento, en casi una mala palabra. Se reforzó la idea de convertir al SIS (Sistema Integral de Salud) en seguro de salud pleno. El cuestionamiento a la posición del gobierno se evidencia al constatar que la palabra aseguramiento no figura en el texto aprobado.
Parece oportuno que el Minsa desee contribuir con el futuro gobierno y proponga una Hoja de Ruta para implementar “Los objetivos de la Reforma de Salud” y corrija a la Reforma de Salud que ha implementado el actual gobierno. Sin embargo, no ha sido pertinente que la Hoja de Ruta sea propuesta por una parte activa del conflicto, lo que contradice el esfuerzo de consenso y armonía de los participantes del Foro del Acuerdo Nacional. Y el resultado salta a la vista.
Existe un adagio en la administración que dice: “el que solo tiene un martillo como herramienta, sólo busca clavos”. Y eso es lo que ha ocurrido. El documento, llamado Hoja de Ruta, de 60 páginas, insiste en la misma equivocada dirección. Remarca el aseguramiento y busca su consolidación, sin importar que para ello, destruya a EsSalud. En su página 39 señala que “a la fecha EsSalud aún mantiene integradas sus funciones de financiamiento y prestación, sin que en su interior quede claro cuáles son los organismos que cumplen estos roles, ni las reglas con que se relacionan estas funciones”. A renglón seguido propone la partición de EsSalud en Iafas (Institución Administradora de Financiamiento) e Ipress (Institución Prestadora de Salud); es decir, la destrucción de la seguridad social en salud. El consenso del Acuerdo Nacional plantea “el acceso efectivo a los servicios de salud y a la seguridad social en salud.
Por si fuera poco, el documento consensuado “Los objetivos de la Reforma de Salud” del Acuerdo Nacional, señala que se debe “fortalecer el Seguro Integral de Salud (SIS) como seguro público para avanzar hacia la seguridad social en salud”. La Hoja de Ruta planteada por los consultores va en otro sentido, pues remarca las exclusiones y los grupos de “infiltrados” que deben quedar fuera del SIS, si no pagan. Es decir, que el futuro gobierno realice lo que el actual no ha podido realizar por el alto costo social que esta medida representa.
No hay que pasar por alto que con la RM 596-2014/MINSA se aprobó la Hoja de Ruta elaborada desde la Oficina General de Planeamiento y Presupuesto del MINSA, sobre la base del insumo principal de la consultoría financiada por el Proyecto de Apoyo a la Reforma del Sector Salud (Parsalud) y realizada por Deloitte & Touche, para implementar los 23 decretos legislativos de la “llamada Reforma de Salud”. Ahora el Minsa recurre a la misma forma de trabajo: una nueva Hoja de Ruta. Dos hojas de ruta pagadas a través de consultorías externas y cuyos actores principales son la ex ministra Midori de Habich y su equipo.
La segunda vuelta electoral definirá este domingo quién nos gobernará en los próximos cinco años. Ambos contendores han firmado “Los objetivos de la Reforma de Salud” del Acuerdo Nacional. Los altos funcionarios del Minsa y el Núcleo Ejecutor de la mal llamada de Reforma de Salud creen que tanto Keiko como PPK están en “nada”. Craso error.
Herberth Cuba García