Premier y ministro de salud al ritmo de “Ojalá que te mueras”
El 10 de julio del 2021 inundaron las redes sociales unos cortos videos que mostraban a la presidente del Consejo de Ministros, al ministro de Salud y a su viceministro, asesores y otros funcionarios del gobierno en pleno baile, con una “esmerada” coreografía bajo el ritmo de la canción “Ojalá que te mueras”, en la versión del conjunto musical Hermanos Yaipén. La bailable melodía se acompaña de la letra: “Ojalá que te mueras / que todo tu mundo se quede vacío. / Ojalá cada gota de llanto / te queme hasta el alma. / Ojalá que no encuentres la calma. / Ojalá que te mueras”. Las críticas en las redes fueron inmediatas y demoledoras. Los ciudadanos y entre ellos los médicos y demás profesionales y trabajadores de la salud, se expresaron mediante frases de rechazo por el agravio de ese comportamiento fatuo, irónico e inapropiado que contrasta con su sacrificio, con la pérdida de vidas de sus compañeros y seres queridos, así como con el fallecimiento de más de 220,000 peruanos.
Al margen del sarcasmo, llamó la atención el incumplimiento de las medidas sanitarias relativas a la aglomeración, a las reuniones sociales y a las celebraciones, solo por mencionar algunas; un incumplimiento castigado incluso con coerción policial. Sin embargo, la mayoría de los medios de la gran prensa que recogieron la noticia, resaltaron la alegría de los altos funcionarios por haber logrado éxito en el Vacunatón, y también por los “buenos” resultados de la vacunación en general. En ese sentido, el 14 de julio del 2021, en conferencia de prensa, la ministra de la Presidencia, Violeta Bermúdez, señaló que “el Vacunatón fue un éxito” y reconoció “la labor de las brigadas de vacunación y a todo el personal que trabajaron con alegría”. No brindó ninguna disculpa o explicación justificadora al baile del Vacunatón. También afirmó que “todas las vacunas que compra el Perú son efectivas” y que “no hay ningún estudio que demuestre lo contrario”, en alusión, ahora sí, a los reclamos por una vacuna de refuerzo contra el Covid-19 de parte de los médicos y los demás servidores de salud.
El ministro de Salud, Óscar Ugarte, luego de excusarse por haber llegado tarde a la conferencia de prensa, se justificó alegando que los manifestantes “rodearon su vehículo oficial… con una violencia que no tiene ninguna justificación”. No lo dejaron avanzar hasta que llegó la Policía. A renglón seguido afirmó que durante el Vacunatón inyectaron a más de 250,000 personas. Además, los días 17 y 18 de julio el Minsa realizará el segundo Vacunatón. Tampoco creyó necesario dar alguna explicación o justificación con relación al baile del Vacunatón.
En la misma línea que la presidente del Consejo de ministros, señaló que existe una planificación de la vacunación contra el Covid-19 hasta fin de año que, como un logro, se transmitirá a las nuevas autoridades electas. Además, que durante su gestión recibirá más de 19.6 millones de dosis, y que hasta diciembre del 2021 habrá 71.2 millones dosis de vacunas contra el Covid-19. Asimismo, que los menores de 12 a 17 años ascienden a 3.1 millones de personas que el Minsa ha agregado al padrón general de vacunación, que ahora, aumenta a 27.4 millones de personas. Los menores han sido considerados para ser vacunados, según la programación general anunciada por el Minsa, en diciembre del 2021. Esto es lo que deja, según resaltó el ministro, como un logro, a las nuevas autoridades.
Sin embargo, el ministro aclaró que el gobierno consultará y solicitará conformidad al nuevo gobierno electo para la compra de cinco millones de dosis para agosto y cinco millones más para septiembre, de la vacuna SinoPharm. Esta aclaración del ministro contradijo sus afirmaciones y las de la presidente del Consejo de ministros, con relación a la eficacia de esta vacuna. Es decir, carecería de objeto solicitar autorización al futuro gobierno si tuviera la certeza de su eficacia. Además no dejó pasar la oportunidad para regañar al Colegio Médico del Perú y a los gremios laborales de la salud, para exigirles que se debata y se reclame con “evidencias científicas”. Sin embargo, no aclaró qué entiende por “evidencias científicas” porque hay estudios científicos, como el de la Universidad San Martín de Porres, que refieren lo contrario, e incluso, recomiendan una dosis de refuerzo para los servidores de salud. Además, hay médicos que han fallecido por Covid-19 a pesar de haber recibido las dos dosis de SinoPharm. Por si fuera poco, hizo un resumen incomprensible e incoherente de los supuestos “cuatro estudios” que aportan las evidencias científicas que sustentan su posición. Lejos de zanjar la controversia, la ha ahondado.
El impasse del gobierno con relación a la Salud, incluido el accionar del ministro Oscar Ugarte, es irreversible no solo por las falencias para enfrentar la pandemia, sino también por el proceso de vacunación con insuficiente cobertura y con irregularidades. La frase “dejamos para el próximo gobierno, un proceso de vacunación en camino y con recursos humanos financiados”, carece de objetividad. El reto del nuevo gobierno es enmendar los rumbos; abandonar el equivocado enfoque hospitalario, militar y policial para fortalecer el Primer Nivel de Atención de Salud con enfoque comunitario; y corregir las deficiencias del Plan Nacional de Vacunación para ampliar su cobertura y lograr la adhesión de la comunidad, así como incrementar la protección de los servidores de salud.