Herberth Cuba García

Médico – Analista en temas de Salud

HERBERTH CUBA GARCÍA
Artículos

Abucheos y cambio de presidente Ejecutivo en EsSalud


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Consecuencias del rechazo al presidente Castillo en el Hospital Rebagliati

El 3 de noviembre del 2022, en horas de la mañana, el presidente de la República, Pedro Castillo, acudió al Hospital Edgardo Rebagliati Martins, ubicado en el distrito de Jesús María, para participar en la ceremonia por su 64 aniversario. Según Radio Programas del Perú, “fue recibido al grito de ‘corrupto’ y ‘fuera’, y pifias que continuaron durante toda la ceremonia, especialmente cuando el jefe de Estado brindaba su discurso”. En ese contexto, el presidente ensayó una explicación para esos abucheos, señalando que “los retos son más allá de lo que gritan afuera, ¿saben por qué?, porque hoy no tienen espacio para robarle a este pueblo. Hoy los que gritan afuera ya no tienen la oportunidad de aquellas cúpulas inmensas, donde antes tenían todo y ¿en qué condiciones han dejado hoy al pueblo?”.  Un cordón policial separó al presidente de los “manifestantes”. En la ceremonia participaron el ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Alejandro Salas, la ministra de Salud, Kelly Portalatino y el presidente Ejecutivo de EsSalud, Gino Dávila, que “se retiraron sin brindar declaraciones.”

Un día después, el viernes 4 de noviembre del 2022, en horas de la noche, en edición extraordinaria del diario oficial El Peruano, se promulgó la resolución suprema “que acepta la renuncia de Gino Dávila y se encargó la presidencia ejecutiva de EsSalud, mediante la resolución ministerial 291-2022-TR”. Una vez más Mario Carhuapoma se hacía cargo de la presidencia ejecutiva de EsSalud. En ese contexto las redes sociales y algunos medios de comunicación, recordaron sus denuncias y cuestionamientos.

En medio de la batahola de comentarios y críticas, otra vez en edición extraordinaria del diario oficial El Peruano, en la noche del domingo 6 de noviembre, mediante la Resolución Suprema 022-2022-TR, se designó a Aurelio Arturo Orellana Vicuña, como representante del Estado en el Consejo Directivo de EsSalud y como presidente ejecutivo de EsSalud. Los medios de comunicación dieron cuenta que el ahora presidente ejecutivo de EsSalud se había reunido con el presidente Castillo en Palacio de Gobierno cuando estaba en búsqueda del reemplazo del exministro de Salud Jorge López; por tanto, estuvo considerado como su posible sucesor. 

En los 15 meses de la gestión del presidente Castillo, se ha cambiado seis veces al presidente ejecutivo de EsSalud. Mario Carhuapoma, Gino Dávila, Alegre Fonseca, de nuevo Gino Dávila, de nuevo Mario Carhuapoma y ahora Arturo Orellana. Existe una enorme inestabilidad organizacional porque, como se sabe, estos cambios implican remociones de los funcionarios de confianza que participan en el equipo de gestión y conducción y en cascada hasta los niveles operativos en cada uno de los establecimientos de salud a nivel nacional. En EsSalud laboran más de 86,393 servidores, gestiona un presupuesto de más de S/ 14,000 millones y otorga prestaciones médicas y de salud, así como, económicas y sociales, a más de 12 millones de derechohabientes.

Las cifras, enormes, tienen un impacto importante en la estabilidad económica y financiera del país y viceversa. EsSalud, que el año 2019 en promedio brindó 1.9 millones de consultas externas mensuales, debido a la pandemia, cayó a 276,000 consultas mensuales; por tanto, las sucesivas gestiones han debido reconstruir la capacidad de oferta de servicios de EsSalud, en medio de quejas, reclamos y largas filas de pacientes, que incluso, habían sufrido, en reiteradas oportunidades un diferimiento de sus citas o programaciones(*). Es cierto, que se ha mejorado la capacidad de respuesta, pero aún, no se ha logrado, los niveles del 2019, que, también, eran ya insuficientes para hacer frente a la demanda de la población asegurada. 

Este breve lapso de la historia de EsSalud ha servido para poner en evidencia, primero, que existe una brecha entre la realidad en que vive la población y la percepción del gobierno sobre esa realidad. Parece poco creíble que el presidente se haya imaginado recibir aplausos o “baño de multitudes” al acudir a un hospital de EsSalud en pleno funcionamiento, con enfermos y sus familiares aglomerados e impacientes por las largas filas de espera, o que han madrugado para no perder una cita u obtener una adicional, luego de sortear el maltrato de los “miembros de seguridad”. Además existe  carencia de citas, de medicamentos, de camas hospitalarias o de equipos médicos, e incluso hay falta de médicos y de otros profesionales de la salud.

Como se sabe, los funcionarios nunca dan la cara ante los reclamos de los usuarios, por tanto, son los médicos, los profesionales de la salud y los técnicos y auxiliares asistenciales, quienes lo hacen, a veces, incluso los servidores, son víctimas de maltratos e insultos. En ese sentido, los enfermos y sus familiares aprovecharon la presencia del presidente de la República para manifestar su rechazo a la forma en que se gestionan los servicios de salud, a los altos niveles de corrupción e incompetencia que se vislumbra en diversos sectores del gobierno. Y también desahogaron su frustración.  

Segundo: existe nula empatía ante el dolor y el padecimiento de la gente.  En lugar de comprometerse a fortalecer la gestión para brindar mejores servicios, la respuesta del presidente ante los abucheos fue con epítetos, con acusaciones a cúpulas gremiales, que “ahora ya no tienen espacio para robarle al pueblo”. Además, demostró la ira, y el sentimiento de haber sufrido “una emboscada”.

Tercero, la remoción inmediata del presidente ejecutivo de EsSalud y la designación de un encargado por 36 horas demuestra la transferencia de su frustración hacia un “chivo expiatorio”, sin importar las implicancias en la estabilidad organizacional de la institución.

Cuarto, el reforzamiento de las acciones iracundas del presidente, con declaraciones de algunos congresistas, que atribuyeron al hospital Rebagliati el calificativo de “hospital de ricos” por su ubicación geográfica, sin comprender que es un hospital nacional de alta complejidad que brinda servicios a todas las regiones del país. Por último, no faltó la acusación a la acción programada y concertada de algún partido político caduco y de derecha, opositor al gobierno. Los gremios empresariales y laborales, así como, los asegurados han sido excluidos de esta iracunda decisión. ¡Una vez más, EsSalud a la deriva!

*https://www.elmontonero.pe/columnas/la-inestabilidad-de-la-gestion-de-essalud

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Médico. Analista en temas de Salud.