Se ha creado una doble denominación para la tercera semana de mayo
El Ministerio de Salud (Minsa) ha oficializado a la tercera semana de mayo de cada año como la Jornada Nacional para el Cuidado de la Salud, mediante la Resolución Ministerial 300-2023/Minsa, del 16 de marzo del 2023. La exposición de motivos de la aludida resolución señala “que resulta necesario fomentar acciones para la prevención de riesgos y daños a la salud con el objetivo de generar incremento en las capacidades de salud, identificar enfermedades en estadios tempranos y reducir las complicaciones en la salud de la persona en el curso de vida, a través de intervenciones sanitarias de prevención con la participación de todos los actores del Sistema Nacional de Salud; por lo que se propone la oficialización de la Jornada Nacional para el Cuidado de la Salud, así como, el Listado de Intervenciones Sanitarias para la prevención de enfermedades de la persona por curso de vida”.
Por otra parte, en nota de prensa en el diario El Peruano (19 de abril del 2023), bajo el título “Minsa oficializó la Semana Nacional de la Prevención” se afirma que “cada tercera semana de mayo se priorizará la realización de intervenciones sanitarias para la prevención de riesgos y daños a la salud”. Entonces, se ha creado una doble denominación para la tercera semana de mayo de cada año, sea la Jornada Nacional para el Cuidado de la Salud o la Semana Nacional de Prevención, ya que en ambas denominaciones figura como sustento legal la RM 300-2023/Minsa. Y además, las actividades a realizarse son las mismas, las contenidas en el anexo denominado “Listado de intervenciones sanitarias para la prevención de enfermedades por curso de vida”.
La disputa por la denominación de la tercera semana de mayo de cada año ha puesto en evidencia las discrepancias y contradicciones ideológicas y políticas de los funcionarios al interior del Minsa. En primer lugar, se podría entender que la prevención es parte del cuidado integral de la salud; pero también al revés, que el cuidado integral de la salud es la parte operativa de la prevención, vista esta última, en su definición más extensiva. El acto dirimente, dada la naturaleza de la discrepancia, es ideológico y político. En segundo lugar, la Jornada Nacional para el Cuidado de la Salud, no calza con la definición del documento técnico aprobado por la RM 030-2020-Minsa sobre el “Modelo de cuidado integral de salud por curso de vida de la persona, familia y comunidad” porque se ha omitido la palabra “integral”, que para los fines de la implementación de las actividades es crucial. En tercer lugar, la prevención en su concepción más amplia abarca el periodo previo a la enfermedad (prepatogénesis), denominado prevención primaria, que incluye a la promoción de la salud y a las medidas de protección específica, como inmunizaciones, contra los accidentes y riesgos de trabajo, entre otros. Pero la prevención también abarca el periodo de la enfermedad (patogénesis), que implica la detección precoz de las enfermedades y tratamiento temprano, así como, la limitación de la discapacidad (prevención secundaria) y la rehabilitación (prevención terciaria).
En cuarto lugar, el Cuidado Integral de la Salud, según la RM 030-2020-Minsa, es un modelo que “comprende un conjunto de estrategias, normas, procedimientos, herramientas y recursos que, al complementarse, responden a las necesidades de salud de la persona, familia y comunidad”. Por tanto “acoge los atributos de la Atención Primaria de Salud”, también “fortalece el vínculo de largo plazo entre las personas y los equipos multidisciplinarios a lo largo del curso de vida” y contempla “un listado de cuidados integrales de salud”. Asimismo, las atenciones de las personas en el primer nivel de atención de salud se articulan con el segundo y tercer nivel. Es decir, desde los puestos y centros de salud hasta los hospitales e institutos especializados. En quinto lugar, el curso de vida, según la RM 030-2020-Minsa, “comprende la sucesión de eventos que ocurren a lo largo de la existencia de las personas y la población que interactúan para influir en su salud desde la preconcepción hasta la muerte.”
Como se puede apreciar, la disputa por la denominación de la tercera semana de mayo es muy técnica y compleja, pero tiene un trasfondo ideológico y político que obedece a la continuación o no del Modelo de Cuidado Integral de Salud, que proviene desde el 2003, sobre la base del entonces llamado Modelo de Atención Integral de Salud basado en la familia y comunidad (MAIS-BFC). Nótese el cambio fundamental que ha significado abandonar el concepto de atención y en su lugar usar el de cuidado, que es mucho más amplio, que implica intervenciones y actividades, incluso, para las personas y poblaciones consideradas sanas. Otra disputa, ocurre con el listado de cuidados integrales (RM 030-2020-Minsa), frente Listado de Intervenciones Sanitarias para la prevención (RM 300-2023/Minsa) de enfermedades por curso de vida. Esta disputa tiene relación con la intervención de las aseguradoras públicas (Iafas), que según la Ley 29344, deben otorgar planes de cobertura (aseguramiento), como el Plan Esencial, Complementario y Específicos (de Alto Costo), por tanto, el listado de intervenciones sanitarias incluye o excluye “condiciones asegurables” según techo presupuestal, a veces, al margen de las necesidades para lograr el cuidado integral de salud. En ese sentido, el artículo 5 de la RM 300-2023/Minsa dispone que las Iafas públicas financien las atenciones establecidas en el “Listado de intervenciones sanitarias.”
La referencia al Sistema Nacional de Salud, de la parte considerativa no se encuentra en la parte resolutiva de la RM 300-2023/Minsa, por tanto, su cumplimiento, por parte de las instituciones públicas o privadas que los conforman, solo será factible en la medida que no implique gasto o exista buena voluntad. Eso sí, la parte resolutiva incluye a los servicios de salud de los gobiernos regionales, aunque, faltaría incluir a los de los gobiernos locales. El listado de intervenciones sanitarias es diferenciado para cubrir 5 etapas de la vida de las personas: recién nacido y niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores. Sin embargo, aún no se comprende la importancia de financiar e implementar el despistaje de enfermedades (tamizaje o chequeo) anual para todas las personas, que como es obvio, según etapa y curso de vida, más aún, cuando hay experiencias exitosas a nivel internacional. ¡Urge coherencia en el Minsa!