Como emergencia sanitaria internacional
En conferencia de prensa del 5 de mayo de este año, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, declaró que ha acogido la recomendación del Comité de Emergencias para que declare el fin de la emergencia de salud pública de importancia internacional. “He aceptado ese consejo. Por tanto, declaro con gran esperanza el fin del Covid-19 como emergencia sanitaria internacional”.
Asimismo, ha señalado que “la Covid-19 sigue siendo una prioridad de salud pública global y que es el momento que los países pasen del modo de emergencia al manejo y control de la Covid-19 con otras enfermedades infecciosas”. Es decir, “es un problema de salud establecido y persistente y ya no constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII)”. También remarcó que el “virus llegó para quedarse y los países deben integrar las actividades de vigilancia y respuesta a la Covid-19 en los programas de salud regulares”.
En ese sentido la OMS aconseja a los países para que conserven lo ganado en la capacidad de respuesta sanitaria nacional y “prepararse para eventos futuros”. Asimismo, que integren la vacuna contra la Covid-19 en el esquema regular de inmunizaciones y que se asegure dentro de los marcos regulatorios nacionales su disponibilidad y suministro a largo plazo, así como incluir a la Covid-19 en la vigilancia de los agentes patógenos respiratorios y continuar su notificación a la OMS.
También aconseja que se continúe con el apoyo a la investigación para mejorar las vacunas y comprender mejor el virus Covid-19. Que se continúe con la eliminación de las medidas de salud en función de las evaluaciones de riesgo relacionadas a la Covid-19 aplicables a los viajes internacionales, así como, “seguir trabajando con las comunidades en materia de comunicación de riesgos y participación social con la gestión de la infodemia”. Como se puede apreciar, la OMS da una serie de pautas para que los países pasen con éxito del modo de emergencia con que se enfrentó la pandemia Covid-19 al manejo y control de la Covid-19 junto con otras enfermedades infecciosas. En ese sentido, el Ministerio de Salud (Minsa) debe presentar un plan de trabajo y una programación de actividades para cumplir ese objetivo.
En el Perú, mediante Decreto Supremo 003-2023-SA, se ha prorrogado por 90 días, a partir del 25 de febrero del 2023, el Estado de Emergencia Sanitaria. Como se recuerda, el mismo 11 de marzo del 2020 en que la OMS declaró a la Covid-19 como emergencia sanitaria internacional, el Gobierno peruano, en horas de la tarde, promulgó dos normas. Por un lado el Decreto de Urgencia 025-2020, con “medidas urgentes y excepcionales destinadas a reforzar el sistema de vigilancia y respuesta sanitaria frente al Covid-19” y, para tal fin, transfirió del Fondo de Contingencia del Ministerio de Economía y Finanzas S/ 100 millones para el sector Salud, en el que se incluye al Minsa, EsSalud, sanidades militares y de la Policía Nacional y 165 millones de soles para el sector Educación.
Desde enero del 2020, en que se conoció el brote de Wuhan (China), hasta el 11 de marzo en que se promulgó el Decreto Supremo 025-2020, se había perdido tiempo. Además, debido a la falta de comprensión de la pandemia Covid-19, se asignó un presupuesto irrisorio para enfrentarla. En consecuencia no se pudo resolver con tiempo la precariedad de los establecimientos de salud, ni siquiera aspectos básicos, como oxígeno medicinal, agua, desagüe, servicios higiénicos, jabón, papel, guantes, mascarillas, alcohol, mandilones, gorros, camas, servicios de cuidados intensivos, entre otros. Además, el acaparamiento a nivel mundial de estos insumos y equipos esenciales –así como medicamentos, sobre todo, para las unidades de cuidados intensivos, entre otros– impidió conseguirlos en el mercado. Y de hacerlo, tenían precios exorbitantes.
Por otro lado, el Decreto Supremo 008-2020-SA, que declaró el estado de emergencia sanitaria por 90 días, debido a la Covid-19. Ya se había presentado el primer caso de Covid-19 en el país, había ocurrido también la dramática experiencia italiana al enfrentar esta pandemia y la OMS acababa de declarar la emergencia sanitaria internacional. Este decreto supremo ha sido prorrogado en reiteradas oportunidades, la última mediante el Decreto Supremo 003-2023-SA, cuya vigencia concluirá el 26 de mayo del 2023. Es probable que sea el último, debido a la decisión tomada por la OMS.
Mientras tanto, se ha prorrogado la contratación por emergencia de bienes y servicios, según listado, requerido para las actividades contra la Covid-19. Al amparo de estas adquisiciones por emergencia se han presentado una serie de “irregularidades” que merecen una exhaustiva investigación, no solo por parte del Congreso de la República sino también por la Contraloría General de la República, la Fiscalía y el Poder Judicial.
Además hay un daño moral y psicológico producido por el pánico causado, en ese entonces, por el uso de la analogía “del martillo y la danza” que el Gobierno hizo público en abril del 2020 para graficar su enfoque y estrategia militar y policial, que explicaba la inmovilización social obligatoria y la cuarentena para enfrentar la pandemia. Se cerraron los puestos y centros de salud y se abandonó el enfoque comunitario para en su lugar implementar el enfoque hospitalario, militar y policial. Los costos innecesarios han sido cuantiosos. Tampoco se puede pasar por alto que el Perú se sitúa entre los países que tienen la mayor tasa de fallecidos.
El número de muertos por la Covid-19 hasta la fecha es de 220,196 personas. Se han tomado más de 34 millones de muestras de laboratorio y se han confirmado como positivas a más de 4.5 millones de personas. Aún el Perú posee casos positivos. Por ejemplo, el 6 de mayo hubo 33 casos confirmados y un fallecido. La declaración del fin de la pandemia por la OMS permitirá emitir juicios retrospectivos con mayor precisión sobre la mortalidad; por tanto, no sería extraño que el Perú ocupe el primer lugar. ¡Las recomendaciones dadas por la OMS deben ser tomadas muy en serio y no se debe bajar la guardia!