El médico César Vásquez Sánchez es el nuevo ministro
El 15 de junio renunció la ministra de Salud, Rosa Gutiérrez, luego de múltiples cuestionamientos debidos al manejo de la epidemia de dengue, que en ese entonces ya había superado los 152,000 casos, entre probables y confirmados, mientras que los muertos ascendían a 261. En esta circunstancia, la actual epidemia de dengue es la más severa de todas aquellas que se tiene conocimiento en el país, pero además una de las que mayor mortalidad por 100 mil habitantes tiene en el mundo.
Estas malas cifras son la expresión de una serie de factores que la ministra solo atribuyó a las lluvias, al ciclón Yaku y a las “comorbilidades” o enfermedades concomitantes que sufren los peruanos a raíz de la pandemia de Covid-19. Sin embargo, soslayó en sus explicaciones la baja ejecución presupuestal para dengue; por ejemplo, en la sede central del Ministerio de Salud (Minsa) solo se había ejecutado el 16%. También, las falencias en los decretos de urgencia y supremos que no flexibilizaron el gasto durante la epidemia de dengue, lo que originó controversias con los gobiernos regionales y municipales que reclamaban “una serie de autorizaciones desde Lima” o la existencia de demasiados “vericuetos” administrativos para gastar el dinero, en aspectos necesarios y urgentes, para enfrentar esta epidemia.
Tampoco se puede pasar por alto las falencias de insumos y medicamentos y la incapacidad de Cenares para proveer los recursos estratégicos. Como se sabe, Cenares solo ha ejecutado el 22.6% de su presupuesto. Además abonaron en su contra una serie de “encontronazos” con la prensa y algunos “deslices” que mostraban una falta de comprensión técnica de lo que sucedía en el sector Salud. Los congresistas que provienen de las regiones afectadas por el dengue recibían críticas recurrentes por su falta de acción frente a los desatinos del Minsa, por tanto se vieron obligados a fiscalizar dos veces, mediante la concurrencia de la ministra a la Comisión de Salud y Población, para luego admitir un proceso de interpelación en el Pleno, cuya admisión obtuvo la abrumadora cifra de 87 votos.
Sin embargo, este proceso de interpelación toma tiempo, y ya la legislatura concluirá el 23 de junio, por tanto, este proceso quedaría trunco hasta agosto, que es el inicio de la próxima legislatura, si es que se empalmaba con la censura, como era el ánimo de los congresistas. Por tanto, ese mismo día, el 15 de junio del 2023, los congresistas plantearon un procedimiento distinto, que fue aprobado con 80 votos, bajo la modalidad de invitación de la ministra para que exponga ante el Pleno a las 20.30 del mismo día. La ministra asistió y realizó una exposición en tres bloques. El primero, recordó el diagnóstico de cómo encontró el sector Salud, el segundo, que acciones realizó y el tercero, que problemas dejaba para su sucesor, no sin antes referirse a aspectos personales, muy emotivos y familiares, que causó impacto en la audiencia. En esta parte final, anunció su renuncia que luego de algunos minutos, aceptó, mediante tuit, la presidente Dina Boluarte.
Según la propia ministra, su justificación para renunciar ha sido la existencia de una moción de censura en su contra, que, incluso, recolectaba firmas durante su exposición y que aparentemente ya tenía los votos suficientes. Además, recalcó, que prefirió aceptar la invitación del Pleno del Congreso, responder los cuestionamientos y renunciar con dignidad. Sin embargo, su exposición evidenció, una vez más, su enfoque administrativo y burocrático, coherente, quizá, con las funciones de un director general o incluso, de funcionarios de menor nivel administrativo. En ese sentido, el discurso ha sido un tedioso recuento de acciones y cifras administrativas y contables, sin contexto frente a las políticas públicas en salud, a la Política Nacional de Salud, así como, a la Política General de Gobierno, además, sin un norte estratégico coherente.
Luego de cuatro días, el 19 de junio de 2023, juramentó como nuevo ministro de Salud, el médico César Vásquez Sánchez. La novedad de su designación es que es un político, en todo el contenido del vocablo. Es miembro del partido político Alianza para el Progreso, ha sido congresista por Cajamarca y candidato al gobierno regional de Cajamarca. Asimismo, ha ocupado diversos cargos dentro de la estructura partidaria y hasta ahora se desempeñaba como asesor de la Comisión de Salud y Población del Congreso de la República, que se encuentra, también, a cargo del Partido Alianza para el Progreso.
Esta designación es una demostración de la consolidación del apoyo de este partido político al gobierno de Dina Boluarte, que ya se vislumbraba desde el inicio de su gobierno. En ese contexto, goza de algunas ventajas iniciales para su futura gestión, debido, en primer lugar, que, al haber sido, hasta ahora, asesor en la Comisión de Salud y Población mantiene lazos con las diversas bancadas congresales, congresistas y asesores, que le permite asegurar, por lo menos, una comunicación fluida. En segundo lugar, ha recibido a todos los dirigentes gremiales, no solo de los médicos, sino de las otras 17 profesiones. En consecuencia, está al tanto de sus demandas y de las soluciones esperadas. En esa misma línea están los colegios profesionales, las universidades y las sociedades científicas ligadas a la salud.
En tercer lugar, dada su condición de político, puede articular mejor con los demás sectores que forman parte, de aquello que se denomina los “determinantes económicos, sociales y culturales de la salud”, como son el sector Vivienda y Construcción (agua potable y desagüe), ministerios de Inclusión Social; Mujer y Poblaciones Vulnerables, Educación, Ambiente, entre otros. En cuarto lugar, puede asegurar el funcionamiento y fortalecimiento del Consejo Nacional y de los consejos regionales del Sistema Nacional de Salud, con la finalidad de conjugar esfuerzos, no solo, en modo vertical con los gobiernos regionales y locales, sino con los otros ministerios e instituciones que realizan actividades médicas y de salud como las Sanidades militares, la Sanidad Policial, EsSalud, municipalidades (Sisol), e incluso, con el sector privado.
El nuevo ministro ha jurado desempeñarse con honradez, tal como es el juramento de estilo creado por la presidente de la República. En consecuencia, se espera que no solo promueva investigaciones exhaustivas y que también sancione a los responsables de los diversos actos de corrupción descubiertos y denunciados, sobre todo, durante la pandemia Covid-19. Asimismo, que su gestión ministerial sea eficaz, honrada y transparente.