Una propuesta que debe debatirse
Ha concluido el proceso para la elección de autoridades locales a nivel nacional. Aún resta la segunda vuelta en 16 regiones, que se realizará el 9 de diciembre del 2019, junto con el referéndum sobre la modificación constitucional. Lima Metropolitana ha elegido como alcalde a Jorge Muñoz, quien se desempeña aún como alcalde del distrito de Miraflores.
En conferencia de prensa, luego de la reunión protocolar con el presidente del Congreso, el electo alcalde ha propuesto que el municipio de Lima Metropolitana se haga cargo de la salud de los limeños, porque como alcalde de Lima también le corresponden las funciones de gobernador de la región de Lima Metropolitana. Es decir, la Ley N° 27783 (de Bases de la Descentralización), en su articulo 33 señala que: “En el ámbito de la provincia de Lima, las competencias y funciones reconocidas al gobierno regional son transferidas a la Municipalidad Metropolitana de Lima, con arreglo a lo previsto en la presente Ley”.
Además, la Ley Orgánica de Municipalidades (Ley N° 27972), otorga un régimen especial “a la Municipalidad Metropolitana de Lima, en armonía con el artículo 198 de la Constitución y el artículo 33 de la Ley N° 27783, Ley de Bases de la Descentralización, competencias y funciones específicas irrestrictas de carácter local metropolitano y regional”. Es decir, el alcalde de Lima Metropolitana posee funciones tanto de alcalde como de gobernador regional. Esa es la premisa en la que se basa el futuro alcalde para plantear, en su plan de gobierno, que “Lima asumirá la conducción y la gestión de los hospitales públicos a través de un pacto y un convenio con el Gobierno nacional, que garantice los suficientes recursos y traslados de competencias”.
La propuesta de municipalización de la salud del alcalde electo ha merecido en el pasado arduo debate porque coincide con una de similar sentido que en su momento planteó la alcaldesa Susana Villarán. Inclusive se formaron comisiones de transferencia de competencias y funciones en materia de salud. Sin embargo, la realidad municipal y la política electoral colisionaron con las exigencias y necesidades de la población.
Los establecimientos de salud de Lima Metropolitana atienden no solo a la población limeña, sino a pacientes de todo el país. Los hospitales de las diversas regiones transfieren a sus pacientes a Lima, pero la mayoría de las veces los pacientes acuden por su propios medios y necesidades. No es posible establecer límites al acceso a la atención médica por lugar de procedencia. Este aspecto representaría contar con atribuciones de alcance nacional y un subsidio de la comuna limeña a las diversas regiones del país.
Además, la gestión especializada de 386 establecimientos de salud —entre los cuales figuran 20 hospitales del tercer nivel de salud, cinco del segundo y 361 del primero— resulta complicada, más aún si se tiene en cuenta la existencia de 53,135 servidores y si se incluyen a los 8,912 médicos que también laboran en Lima Metropolitana. Es conocido que la magnitud del tema laboral podría generar mayor conflictividad debido, sobre todo, a la existencia de la autonomía municipal.
La propuesta según el plan de gobierno del alcalde electo ha excluido a los institutos especializados —como el Instituto Materno Perinatal, de Salud del Niño, de Oftalmología, de Rehabilitación, de Neurología e INEN (del cáncer)—, lo que dificultaría la continuidad terapéutica de los pacientes. No solo de Lima Metropolitana, sino también de las regiones.
La municipalización de la salud ha generado controversia en los países en que se ha implementado, porque mella el principio de equidad y justicia. Por ejemplo, los distritos más pudientes obtendrán mejores niveles y calidad de atención médica, y se profundizará las diferencias frente a las regiones más pobres del país. Además, la experiencia ha demostrado que la municipalización incrementa la segmentación y la fragmentación del sistema de salud. Es decir, se financiará más a los pudientes y se multiplicarán las normas y los estándares de atención, en función de la capacidad económica del municipio que brinde la atención de salud. Es probable que se tenga que considerar mecanismos e incentivos para asegurar la equidad en salud.
Sin embargo, el rol de los municipios es clave en la salud pública, en la promoción de la salud, en la medicina preventiva y en la incidencia favorable en los determinantes económicos, sociales y culturales en salud, tal como señala la Ley Orgánica de Municipalidades. El cumplimiento de las funciones municipales en materia de salud —no solo en Lima Metropolitana, sino en todo el país— tendría un impacto muy positivo en la salud de todos los peruanos.
Las buenas intenciones del alcalde electo saltan a la vista. La Municipalidad de Lima Metropolitana posee un sistema propio, llamado SISOL que, tal como lo ha señalado el propio alcalde electo, deberá ser mejorado y formalizado. Es un gran reto.