Se ha hecho populismo con el dinero destinado a la salud
El jueves 4 de julio del 2019 se ha desarrollado el Foro “Defensa y fortalecimiento de la Seguridad Social en Salud-Essalud del Perú”, con la participación de los gremios de Essalud y ponentes extranjeros. La acertada organización estuvo a cargo de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social del Congreso de la República, que ha aprobado el dictamen de fortalecimiento de Essalud que se encuentra pendiente de aprobación por el Pleno del Congreso.
La estabilidad macroeconómica y el crecimiento de la economía peruana han permitido ampliar la formalización del empleo y mejorar los ingresos económicos de Essalud. Sin embargo, a partir del 2013 se han dado una serie de normas legales que han promovido el sub aporte, la exoneración de aportaciones y regímenes laborales especiales con aportes menores, que han tenido como consecuencia que la tasa de aporte global de los empleadores a la seguridad social, que debería ser del 9% de la remuneración total, solo alcance en modo real el 5.7%.
Además, existen deudas con Essalud por más de S/ 3,800 millones, que corresponden en un 30% al sector público y en un 70% al sector privado. Se han otorgado beneficios a la planilla dorada estatal, a los pequeños empresarios, a la pesca y la agricultura, a las empleadas del hogar, al magisterio y a los servidores de salud, sobre la base de la caja de Essalud. Además, se ha mantenido en modo inconstitucional a Essalud en Fonafe, como si fuera una empresa del Estado, y se le obliga a tener un fondo de reserva de hasta un 30%. Se ha aumentado beneficiarios y se le ha restado ingresos.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha señalado que el aporte del 9% de la remuneración total de los servidores, que aportan los empleadores a Essalud, es insuficiente, que debería estar entre el 9.7% y el 10.4%. Esta brecha se amplía si consideramos el aporte real, que es del 5.7%. Sin embargo, hay que considerar que el impacto de los sub aportes, exoneraciones y regímenes laborales no siempre favorecen a los empleadores, porque algunas normas se han dado para aumentar el ingreso directo del servidor; por ejemplo, el aporte por gratificaciones y aguinaldos. Es decir, se ha hecho populismo con el dinero destinado a la salud.
Durante el lustro 2006-2011, Essalud construyó 20 hospitales con sus propios recursos, que hoy se encuentran en pleno funcionamiento. Desde entonces no ha ocurrido nada similar para la ampliación de la oferta de servicios para los 11.2 millones de asegurados. Peor aún, el forado económico generado por políticas populistas del lustro humalista (2011-2016) y la falta de nueva infraestructura y servicios, han creado serios problemas para la sostenibilidad financiera de Essalud. Esa realidad explica que más de ocho congresistas de diversas fuerzas políticas hayan presentado sendos proyectos de ley para fortalecer a Essalud y a la Seguridad Social en Salud.
El Foro ha recibido las experiencias de profesionales médicos de Colombia, como Clemencia Mayorga (del Colegio Médico de Bogotá y Cundinamarca) y Carlos Fajardo de la Asociación Médica Sindical (Asmedas y Simo), debido a que ese país ha realizado la separación de funciones de la seguridad social colombiana entre prestadores y financiadores, bajo el esquema organizacional llamado de “aseguramiento”. Las exposiciones han remarcado con claridad que no se debe confundir la seguridad social en salud con el aseguramiento en salud. El aseguramiento en Colombia ha generado aplazamiento en las citas, listas de espera, exclusión de atención médica, copagos de los usuarios que acuden a los establecimientos, judicialización del derecho a la salud (a través de las acciones de amparo) y precarización del empleo médico. También un incremento del gasto en salud y deficiencias en la Atención Primaria de Salud, de la medicina preventiva, la salud pública y la incidencia en los determinantes económicos, sociales y culturales en salud. Además, todo este proceso ha sido empañado por denuncias de corrupción.
A tal punto ha llegado la crisis de la aplicación del aseguramiento en salud y la protesta social generada por la Ley 100 en Colombia, que el Gobierno del presidente Santos promulgó la Ley 1751, Ley Estatutaria de Salud (2015), que amplía el ámbito de la Constitución Política para la salud. Es decir, reconoce a la salud como un derecho fundamental que debe ser garantizado por el Estado. Ha sido acertada la invitación de los ponentes colombianos porque sus aportes y su mirada invitan a la reflexión de algunos funcionarios del gobierno y de Essalud, muy ideologizados, que pretenden seguir el modelo de aseguramiento en salud.
El Foro “Defensa y fortalecimiento de la Seguridad Social en Salud-Essalud del Perú” ha sido un espacio relevante por la conjunción de voluntades, desde diversas posiciones políticas, vertientes gremiales y sindicales. Solo queda la aprobación del Congreso, como reflejo de ese consenso, y la promulgación de la Ley por parte del Ejecutivo. La salud y la Seguridad Social en Salud valen el esfuerzo.