Sobre la presentación de Del Solar en el Congreso
El 4 de abril del 2019 se presentó el premier Salvador del Solar con el gabinete ministerial ante el Congreso de la República para exponer, según la Constitución Política, la política general del Gobierno y las principales medidas que requiere su gestión. En el sector Salud, contrariamente a lo que necesita y espera la población, las propuestas han sido pobres y reiterativas. Este retroceso estratégico que ha presentado el premier no es sino la expresión de una creencia de los funcionarios que han retornado: que existe un puente de continuidad entre el 28 de julio del 2016 y la juramentación de la actual ministra de salud. Es decir, debajo del puente yacen, como tiempo perdido, los casi dos años y medio del actual Gobierno.
Ante este viraje estratégico parece inevitable la revisión y “actualización” de los reglamentos, las normas y las decisiones sectoriales en salud. Al revisar los siete aspectos relativos al sector salud tocados por el premier, no queda duda alguna del retroceso. En el primer punto, “Focalización y SIS”, se retoman tres conceptos del periodo humalista: focalización, Seguro Integral de Salud y Aseguramiento Universal. Es obvio que el concepto que sobra es el de focalización porque ya agotó su rol histórico en la lucha contra la pobreza. Por otra parte, el SIS se ha adaptado a la realidad y a las necesidades de la población afiliada de tal manera que ha dejado de subsidiar solo a la población focalizada y en la práctica ha abandonado el Plan Esencial de Aseguramiento (PEAS). Por último, la Ley Marco de Aseguramiento en Salud, promulgada hace 10 años, no se ha podido implementar, debido a su sesgo mercantilista, a inconsistencias y falencias de la propia norma.
Por ejemplo, el gobierno no ha definido ni costeado el PEAS. En consecuencia, ningún seguro público ni privado oferta el PEAS intercambiable; por lo tanto, no existe el intercambio financiero, ni la compra de PEAS entre seguros, entre prestadores o entre seguros y prestadores, sean públicos o privados. Es decir, hay gente que tiene pólizas de seguros solo válidas para ser atendidos en el propio seguro al que está afiliado. Por eso, la propuesta del gobierno de PPK ha sido la seguridad social universal en salud (y no el fracasado aseguramiento) porque es lo que necesita la población. Ese es el norte.
El punto dos ha sido la optimización del intercambio prestacional, aspecto que permite que los asegurados puedan atenderse en cualquier establecimiento de salud, sin tomar en cuenta la propiedad del establecimiento. Sin embargo, regresar al sistema de múltiples contratos o convenios específicos para cada prestador es retornar al mercantilismo y a la corrupción. El mediático caso Moreno no pudo ser mas elocuente sobre la herencia del humalismo. El intercambio prestacional es un excelente mecanismo para universalizar la seguridad social siempre y cuando se realice a través de un único convenio, con reglas claras y sin destrui, ni debilitar a las instituciones de seguridad social en salud, como Essalud, sanidades militares y Sanidad Policial, entre otras.
El tercer punto son las Redes Integradas de Salud. El premier ha reiterado las cifras anunciadas por el Gobierno en el año 2018; sin embargo, les ha cambiado la orientación estratégica, porque ha resaltado sus cualidades curativas, a contracorriente de su diseño inicial, basado en la medicina preventiva, la promoción de la salud, la Atención Primaria de Salud, y la incidencia en los determinantes económicos sociales y culturales. Además, se ha retrocedido en el ámbito de las redes integradas, que involucraban a todos los componentes del Sistema Nacional de Salud, a solo redes del propio Ministerio de Salud (Minsa) y de los gobiernos regionales. Es decir, exactamente igual a como estaban durante el Gobierno humalista. Lo terrible de este retroceso es que implica préstamos por US$ 250 millones y perjuicio a la población.
El punto cuarto, referido a la infraestructura, el seis referido a la anemia y a la niñez, así como el siete, referido a la alimentación saludable, continúan la hoja de ruta trazada por la anterior gestión ministerial. No hay novedades en las metas. Sin embargo, la forma, las vías para lograrlas y los funcionarios designados (algunos ni siquiera proveninetes de carreras afines a la salud) han generado mucha preocupación.
He dejado el punto cinco, referido a los medicamentos, para el final debido a su complejidad. El premier ha sido sorprendido, porque ha reiterado lo que ya se practica hace muchos años. Sin embargo, ha soslayado la inseguridad jurídica que implica la intención de la actual gestión del Minsa de revisar los Reglamentos de la Ley N° 29459, “Ley de Medicamentos”. Por ejemplo, lo referido a la intercambiabilidad y buenas prácticas de manufactura, entre otros; así como las múltiples denuncias y el malestar expresados en sendos avisos en los medios de comunicación. ¡Urge una corrección!