Se debe defender y fortalecer la seguridad social
El 2022 ha sido para EsSalud un año de aguda confrontación e inestabilidad. Es cierto que ha compartido esos problemas con otras instituciones públicas, autónomas y del aparato del Estado. Han ocurrido desde reiterados y frecuentes cambios de autoridades hasta las pretendidas intromisiones del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo y del Gobierno, en franco desconocimiento de las leyes y de la Constitución Política del Estado.
El 11 de enero del 2022 el Gobierno removió de su cargo a Mario Carhuapoma, que se desempeñaba como presidente ejecutivo de EsSalud desde el 7 de agosto del 2021, y designó a Gino Dávila. En esas circunstancias el Gobierno dio la impresión de corregir alguna anomalía en su coherencia, porque el periodo de gestión de un presidente ejecutivo de EsSalud es de dos años. Sin embargo, el 14 de marzo Gino Dávila fue removido y en su lugar, mediante RS 004-2022-TR, se designó a Alegre Raúl Fonseca Espinoza, que se había desempeñado como gerente en la Red Asistencial de Huánuco de EsSalud. Y aunque parezca increíble, el 13 de julio del 2022 otra vez asumió Gino Dávila, mediante RS 017-2022-TR, y ahora sí todo indicaba que cumpliría sus dos años de gestión. Pero no fue así, porque el 6 de noviembre del 2022 se designó a Aurelio Arturo Orellana Vicuña, médico del hospital Edgardo Rebagliati Martins. Además hay que tomar en cuenta que en el periodo que media entre la salida de Gino Dávila y el ingreso de Aurelio Orellana, unas horas, fue designado como presidente interino Mario Carhuapoma.
Es probable que los detalles de la justificación de cada una de las remociones y designaciones nunca se conozcan, o incluso que los actores tampoco se enteren de las motivaciones que tuvo el presidente de la República para cambiarlos. Eso sí, fueron útiles, por un lado, como medios de negociación con las diversas fuerzas aliadas para mantenerse como presidente de la República, a pesar de hacerle un enorme daño a EsSalud. Es obvio que cada remoción o designación tiene una explicación aparente, como el abucheo en el hospital Rebagliati contra el presidente durante la gestión de Gino Dávila; o la designación por afinidades ideológicas y de cercanía de Aurelio Arellano con el presidente Castillo, tal como alertaron en su momento los diarios El Comercio y Perú21. Por otro lado, tampoco se descarta el manejo poco juicioso de la caja de EsSalud. Es probable, que futuras investigaciones desentrañen esa práctica en EsSalud, tal como ha ocurrido en varios sectores del Gobierno.
Hay que tener en cuenta que el actual presidente ejecutivo de EsSalud, Aurelio Orellana, a pesar del golpe Estado fallido perpetrado por Pedro Castillo, no ha renunciado al cargo como señal de disconformidad. Además, durante su gestión se han promulgado normas que violentan la autonomía de EsSalud, en claro alineamiento político con el ministro de Trabajo y Promoción del Empleo y del Gobierno castillista. Tampoco se puede pasar por alto la movilización y las protestas de los gremios empresariales y laborales contra la intervención inconstitucional debida a la Resolución Ministerial 306-2022-TR, promulgada el 13 de noviembre del 2022, que “crea el grupo de trabajo sectorial de naturaleza temporal con el objeto realizar un diagnóstico del estado situacional y elaborar lineamientos para la reforma y fortalecimiento del Seguro Social de Salud-EsSalud”.
Es evidente el agravio directo a EsSalud, cuando desde el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, se pretende resolver “la problemática que viene afectando la gestión, administración y el otorgamiento de las prestaciones de la Seguridad Social-EsSalud” como si fuera una dependencia gestionada por ese ministerio, en clara violación de su autonomía constitucional. En ese sentido, la palabra reforma, que incluye el título y el objeto de la Resolución Ministerial 306-2022-TR, implica referirse, porque sirve como fundamento, al Decreto Supremo 164-2021-PCM que “aprueba la Política General de Gobierno para el periodo 2021-2026” promulgado el 15 de octubre del 2021 y a la Resolución Suprema 018-2022-PCM que “crea la Comisión de Alto Nivel para el nuevo Sistema Nacional de Salud” promulgada el 4 de octubre del 2022.
Por un lado, el DS 164-2021-PCM plantea “establecer un sistema de salud universal, unificado, gratuito, descentralizado y participativo,” sin tomar en cuenta la autonomía de EsSalud. Además, de la revisión exhaustiva de la norma se concluye que la seguridad social y EsSalud no están incluidas en la Política General del Gobierno castillista. Por tanto, es clara la contraposición con los acuerdos y consensos alcanzados por el Foro del Acuerdo Nacional desde el año 2001 y ratificados el 2015 y el 2020, que reafirman a la seguridad social como Política de Estado y objetivo de la Política General de Gobierno.
Por otro lado, la Resolución Suprema 018-2022-SA “tiene por objeto desarrollar el análisis y evaluar los mecanismos para establecer el nuevo sistema nacional de salud en el marco de lo establecido en la Política General de Gobierno para el periodo 2021-2026 (DS 164-2021-PCM), así como, efectuar las recomendaciones para dicho fin”. En ese sentido, la estatización de los fondos de EsSalud ha estado más cerca que nunca. Las manifestaciones públicas y las marchas de los gremios de EsSalud han estado plenamente justificados, e incluso, lograron que el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, emita un comunicado, que retira la palabra “reforma” y niega toda posibilidad de adscripción de EsSalud al Minsa.
El presidente del Consejo de Ministros, en compañía con los demás ministros, según la Constitución, en un plazo de 30 días de haber asumido sus funciones debe acudir al Congreso para “exponer y debatir la Política General de Gobierno y las principales medidas que requiere su gestión” e incluso, “plantea cuestión de confianza”. En ese sentido, se espera la derogatoria del DS 164-2021, que aprobó la Política General de Gobierno del expresidente Castillo, y se proponga una nueva, que, entre otras medidas, fortalezca la Seguridad Social y a EsSalud, y, por tanto, se dejen sin efecto las normas, acciones y designaciones realizadas bajo su amparo. ¡Defender y fortalecer la seguridad social y a EsSalud!