Para tener una clara imagen de la conducción del sector
Casi todos los días el Diario Oficial El Peruano nos ofrece las resoluciones de designaciones de nuevos funcionarios en el sector salud. Por lo pronto, ya se designaron a los dos viceministros, sus asesores, algunos directores generales y ejecutivos, y es probable que los cambios continúen. La novedad ha sido que la mayoría de las resoluciones de los funcionarios salientes no se han publicado en el Diario oficial El Peruano. No es obligatorio desde el punto de vista legal, pero debe hacerse en aras de la transparencia, porque los nombres de los funcionarios incluyen su biografía y el sentido del cambio.
El análisis de las áreas en donde se han producido los cambios brinda una imagen de la conducción ministerial y los deseos de implementar nuevas acciones con impacto en la población. Por ejemplo, la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), es probable que responda a las necesidades de mejorar la gestión de medicamentos; es decir, las políticas, los lineamientos y la normativa. La necesidad de acabar con los retrasos en el otorgamiento de los registros sanitarios, no solo de medicamentos sino también de dispositivos médicos y sanitarios, y de evitar la prescripción de los procesos sancionadores. Y también de eliminar las trabas burocráticas que impiden el adecuado funcionamiento de los mercados de los medicamentos.
Quizá lo más difícil es el soporte técnico y la coordinación con el Centro de Abastecimiento de Recursos Estratégicos de Salud (Cenares) para evitar el desabastecimiento de medicamentos en el sector público, y sobre todo para realizar en modo óptimo las compras conjuntas corporativas de fármacos. Además, existe la queja de parte de los gremios contra el planteamiento de la gestión ministerial anterior, de revisar la Ley N° 29459 —Ley de Productos Farmacéuticos, Dispositivos Médicos y Productos Sanitarios— con participación de los gremios empresariales, con la finalidad de crear un marco legal más competitivo. Es natural que los gremios protesten por su no inclusión en la comisión revisora, a pesar de mantener su oposición a cualquier cambio de la Ley.
La Oficina General de Gestión Descentralizada tiene la función —según el Reglamento de Organizaciones del Minsa (ROF)— de “coordinar y articular las relaciones intergubernamentales e intersectoriales para coadyuvar al cumplimiento de las funciones de salud transferidas, en el marco del proceso de descentralización, así como realizar el seguimiento y monitoreo de su cumplimiento en coordinación con los órganos competentes del Minsa”. Esta oficina tiene una gran tarea con la implementación de las políticas, lineamientos, normas y estrategias vinculadas a la función salud, además de la asistencia técnica en todo el territorio nacional.
Hace poco se ha promulgado la Ley de Fortalecimiento de la Función Rectora del Sector Salud que requiere reglamentación, además de desarrollar la potestad sancionadora del Minsa. Los actores involucrados en el quehacer sanitario han exigido que la capacidad de respuesta sanitaria del Minsa se fortalezca a través de una fructífera coordinación y articulación del Sistema Nacional de Salud.
La Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública es fundamental para el cumplimiento de los indicadores de salud pública. Tiene a su cargo 13 direcciones ejecutivas. Propone evalúa y supervisa la implementación de políticas, normas, lineamientos y otros documentos normativos, como guías de práctica clínica y protocolos sanitarios, entre otros, para garantizar las intervenciones estratégicas de prevención, control y reducción de riesgos y daños frente a las emergencias sanitarias. Como sabemos, los indicadores sanitarios recibidos del Gobierno humalista fueron malos. Hoy han mejorado, pero siguen siendo malos. Es necesario que los indicadores sanitarios sigan mejorando, pero se requiere imprimir mayor velocidad a esa mejora, porque la afectación a la salud podría ser irreversible en los ciudadanos excluidos de la salud pública, de las estrategias sanitarias y de la Atención Primaria de Salud (APS).
No es necesario explorar más cambios para señalar que lo más importante es asegurar la adecuada conducción estratégica del Minsa y del Sistema Nacional de Salud. Luego de señalado el norte estratégico, los viceministros, los directores generales y los funcionarios de las regiones, los otros sectores que realizan actividades de salud dan sentido y coherencia a sus decisiones.
Es necesario que los funcionarios, pero sobre todo los usuarios, sepan cuál es la orientación estratégica del Minsa y cómo va a implementar su función rectora para enfrentar la fragmentación y segmentación de los diversos sectores y componentes del Sistema Nacional de Salud. Y también cómo corregirá la autonomización de los gobiernos regionales y locales, por las deficiencias del proceso de descentralización. Si bien es un problema que se arrastra desde hace varios años, es la primera vez que una gestión ministerial posee las herramientas legales para emprender la solución. Siempre es bueno recordar el dicho “donde no hay cabeza, pobres pies”.