El nuevo ROF es un documento ecléctico, de coyuntura
Se ha promulgado el nuevo Reglamento de Organización y Funciones (ROF) del Ministerio de Salud (Minsa), que ha encendido una vez más las críticas destructivas contra el gobierno desde los sectores mercantilistas del lustro humalista. Complicada la situación para el Minsa, ya que la elaboración del nuevo ROF se ha tenido que hacer en el marco del mercantilista Decreto Legislativo (DL) 1161 —llamado “Ley del Minsa”, heredado del pasado gobierno humalista—, y la absorción dentro del Minsa de las funciones del Instituto de Gestión de Servicios de Salud (IGSS), por mandato de la reciente Ley 30506. Y además en medio de la crisis y el abandono de la respuesta sanitaria dejada por el gobierno anterior.
El DL 1161, Ley del Minsa, promulgado en diciembre de 2013, es parte del paquete legislativo llamado “reforma de salud humalista”, elaborado por miembros del núcleo ejecutor de dicha reforma, cuyo impacto significó la destrucción de la rectoría del Minsa sobre el sistema nacional de salud, la autonomización de las regiones (en salud) y el cambio del concepto de rectoría por el de contratos y convenios. Convirtió al Minsa en un sector incapaz de cumplir el mandato constitucional, por ejemplo en sus artículos 7 y 9.
Se desprendió de competencias y funciones inherentes a la rectoría, como la prestación, regulación, articulación, coordinación y la potestad sancionadora. Redujo las competencias a solo nueve, y muy limitadas. Aunque parezca increíble, retiró la promoción de la salud y la participación social. Eliminó la referencia al Sistema Nacional de Salud y obvió la articulación Estado-Estado y Estado-Sociedad.
La reciente Ley 30506 inserta nuevas competencias al Minsa y, por lo tanto, modifica de manera implícita el DL 1161, al transferir las funciones prestacionales de los servicios de salud del IGSS al Minsa. No es suficiente. Es necesario cambiar el espíritu y las bases conceptuales de la estructura orgánica del Minsa; es decir, del DL 1161. Esa tarea está pendiente, más aún cuando el gobierno ha promulgado una serie de Decretos Legislativos que arrasan con el mercantilismo humalista.
Algunas de las críticas al nuevo ROF se refieren en realidad al DL 1161. La ruta debió ser la modificación del DL 1161 y luego un nuevo ROF. Eso no ha ocurrido por el contexto político por el que atraviesa nuestro país. Se ha promulgado el nuevo ROF, que ha hecho modificaciones al anterior y ha reglamentado las nuevas competencias y funciones que ahora tiene el Minsa. En los considerandos del Decreto Supremo que aprueba el nuevo ROF del Minsa debió invocarse la Ley 27813, ley del Sistema Nacional de Salud. Esta invocación hubiese permitido fortalecer en la parte resolutiva al Consejo Nacional de Salud (CNS) y sus funciones.
El CNS es el órgano consultivo, articulador y coordinador del Sistema Nacional de Salud. Es presidido por el ministro de Salud y mantiene una alta representación de otros ministerios, gremios empresariales, de trabajadores y de la sociedad civil involucrados con la salud. Por esta razón debería mantenerse la Secretaria de Coordinación, en cumplimiento de Ley 27813, y no reducirla a una Secretaría Técnica, aunque su vinculación desde el punto de vista administrativo sea con la Secretaria General.
Es adecuado, en cambio, que la Comisión Intergubermental de Salud (CIGS) —mientras no se actualice la Ley 27813, del Sistema Nacional de Salud— forme parte de la misma oficina que el Consejo Nacional de Salud, porque facilita la articulación intersectorial, multisectorial y con la sociedad. Sin embargo, esta fusión no debería significar disminuir el nivel ni la función del Consejo Nacional de Salud.
El nuevo ROF crea la Dirección General de Operaciones en Salud, encargada de la dirección y supervisión de las direcciones de redes integradas de Salud de Lima Norte, Lima Centro, Lima Este y Lima Sur, así como de los hospitales e institutos nacionales especializados de Lima Metropolitana. Los Institutos están a cargo en modo directo de la Dirección General de Operaciones, mientras que los hospitales dependen de las Redes Integradas de Salud, según ubicación geográfica. Estas cuatro redes administrarán todos los establecimientos del primer nivel de atención de Lima Metropolitana. Estas nuevas funciones de prestación de servicios se crean de acuerdo a la Ley 30506, de desactivación del IGSS.
Se ha criticado, desde que se promulgó el DL 1161, la ausencia de la promoción de la salud en esta norma y la necesidad de incluirla y fortalecerla. Sin embargo, la ideología mercantilista del núcleo ejecutor de la reforma humalista obvió las críticas y no cedió un ápice. Igual suerte corrieron el fortalecimiento de la rectoría del Minsa en las regiones, la participación ciudadana y social, y otros aspectos esenciales antes señalados. Esa es la limitante para crear el nuevo ROF. A pesar de eso, por ejemplo, se ha creado la Dirección de Promoción de la Salud. Esta es una demostración de que las diversas críticas que se dirigen contra el nuevo ROF corresponden en realidad al DL 1161.
El nuevo ROF es un documento ecléctico, de coyuntura. No ha incorporado aún los nuevos decretos legislativos (a excepción del INEN) promulgados por el actual gobierno, y cuya revisión por parte del Congreso no ha terminado. Sin embargo, es una herramienta necesaria y oportuna para cumplir con los plazos otorgados por la Ley 30506, que desactiva el IGSS. El ROF tiene algunos errores materiales, de redacción y de referencia a otras leyes, que ameritan la publicación de una fe de erratas. Sin embargo, hay una serie de críticas destructivas por parte de exfuncionarios del gobierno humalista que no dicen que durante sus gestiones estuvimos por dos años y medio sin Reglamento de Organización y Funciones. Es decir, sin predictibilidad ni transparencia. Y Ahora, sin rubor, fungen de críticos.
Herberth Cuba García