La organización sanitaria del país atraviesa uno de sus momentos más difíciles de las últimas décadas. No existe día en que la prensa no refleje esta situación. No escapa de la crítica ningún sector, sea público, privado o mixto; es decir, todos los ministerios y sectores que componen el Sistema Nacional de Salud. La población es víctima de colas, de falta de atención, desabastecimiento, falta de equipos e infraestructura y profesionales. El reclamo es airado, unas veces violento y otras, además, a través de la vía administrativa y judicial. Las víctimas son los servidores de salud porque entran en contacto directo con los usuarios. Pasan desapercibidos los verdaderos responsables debido a que los funcionarios o los políticos que gestionan la salud son invisibles para el ciudadano. Se ha llegado a esta situación debido al divorcio que existe entre las ofertas políticas, la implementación y la realidad.