Se ha presupuestado menos de lo que se gasta en 2020
El 29 de agosto el gobierno ha presentado ante el Congreso de la República el Proyecto de Ley 099-2021-PE, “Proyecto de Ley de Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2022”, que asciende a S/ 197,002 millones (S/ 197,002,269,014) e implica un incremento de 7.6% respecto al presupuesto de inicio del año 2021. Asimismo, debe tomarse en cuenta que de los ingresos que financian el presupuesto, un componente importante corresponde al endeudamiento externo, equivalente a S/ 38,054 millones; es decir, el 19.32%. Dicho de otra manera, casi un quinto del presupuesto de la República será cubierto mediante endeudamiento externo.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), prevé que la economía crecerá al 4.8% en el 2022, sobre la base de una mayor demanda externa, alza de los precios internacionales de las materias primas, y la solución mundial progresiva de la pandemia. Además, estas ventajas externas, estarán ligadas a las acciones del gobierno para garantizar la vacunación, recuperar el empleo formal e ingresos, reducir la incertidumbre política e impulsar las inversiones con la mejora de la competitividad y productividad.
El gobierno plantea una óptima conjunción de los aspectos externos e internos en beneficio de nuestro país. A pesar de eso, el gobierno ha presentado un “presupuesto deficitario del 3.7% con una deuda pública del 36.6% en el 2022”. Estas cifras, si bien son altas, en comparación con los últimos lustros, son menores a la mayoría de los países vecinos. Sin embargo, los obstáculos que provienen por parte de la forma cómo se enfrenta la pandemia y la incertidumbre política, son claves para el cumplimiento del resto de las previsiones del gobierno.
En ese sentido, la polarización política extrema por la Asamblea Nacional Constituyente podría incrementar aún más los niveles de incertidumbre y la caída de la inversión. Además, la continuación de las equivocadas estrategias para luchar contra la pandemia, sobre la base sólo de la vacunación y del enfoque hospitalario, militar y policial, podría prolongar el cierre de la economía. El gobierno está en la obligación de realizar un cambio de estrategia, no solo de la vacunación, sino también, con el fortalecimiento del Primer Nivel de Atención de Salud con enfoque comunitario, con una mayor vigilancia genómica para detectar las variantes del Covid-19 y mantener con cifras altas el uso de las pruebas moleculares para la detección precoz, aislamiento de los contactos y lograr la participación informada y sin riesgos de la población.
En ese contexto, el gobierno deberá destinar el 10.9% del presupuesto de inicio del 2022 para el pago de la deuda; es decir, 21,495 millones de soles. Un poco menos de lo asignado a la Función Salud que asciende al 11.3%, es decir, S/ 22,261 millones, que representa solo el 3.096% del Producto Bruto Interno. (PBI). Sin embargo, sólo representa un incremento frente al presupuesto de inicio del año 2021 de 5.8%. Para ponderar en modo adecuado la cifra del incremento presupuestal, debe compararse con la cifra ejecutada de la Función Salud durante la pandemia que hasta agosto del presente año ha gastado más de S/ 27,500 millones. Es decir 6,600 millones más de los presupuestado para el inicio del año 2022.
En otras palabras, el presupuesto del año 2022 iniciará con un déficit, por menos de S/ 6,600 millones, sin considerar los S/ 2,800 millones que acaba de anunciar para el resto del año, el presidente del Consejo de Ministros para luchar contra la pandemia. Cómo se recuerda el presupuesto de inicio del año 2021 ha sido de S/ 20,900 millones, y hasta la fecha ya se ha gastado S/ 27,500 millones. Una vez más se ha evidenciado la discrepancia entre la realidad de la ejecución presupuestal y las cifras del presupuesto de inicio. Parece que se ha hecho costumbre que se presupueste menos de lo que se gasta el año previo, tal como ocurrió, también, con los presupuestos de inicio del 2020 y del 2021.
En referencia al Sector Salud, el presupuesto asciende a S/ 11,251 millones, desagregados según sus pliegos de la siguiente manera: Minsa 8,385 millones, Instituto Nacional de Salud (INS) 131 millones, Susalud 55 millones, SIS 2397 millones y el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) 284 millones. Esto implica un incremento de 694 millones frente al año 2021, es decir, del 7%. Hay que resaltar que al SIS se le ha asignado 546 millones adicionales, sin embargo, es necesario ser cuidadosos en la ejecución del gasto y con el riesgo de la política mercantilista.
Además, el presupuesto, incluye 3,993 millones para cumplir con las remuneraciones de Sector Salud (3,074 millones), con el tercer tramo de la escala salarial (594 millones), proceso de nombramiento y cambio de grupo ocupacional (237 millones) cumplimiento de metas, CTS, bonificación por 25 y 30 años, sepelio y luto (88 millones). Preocupa, el magro presupuesto que se asigna para la bonificación por cumplimiento de metas. Una vez más, por falta de dinero, el Minsa, realizará cuestionamientos de todo tipo para evitar el pago del bono por cumplimiento de metas, en detrimento de los esfuerzos de los médicos, de los profesionales y de los trabajadores de Salud.
El presupuesto del 2022 representa el verdadero plan de gobierno, sin embargo, ha sido elaborado en gran parte por el gobierno anterior. El debate en el Congreso de la República hasta fines de noviembre debería servir para realizar correcciones, en consenso y mutua colaboración. ¡Urge más presupuesto para la salud!