Herberth Cuba García

Médico – Analista en temas de Salud

HERBERTH CUBA GARCÍA
Artículos

Vacunas, pandemia y el presidente


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Gobierno insiste en el enfoque hospitalario, militar y policial

El 12 de agosto del 2020, el presidente de la República, en conferencia de prensa, ha precisado aspectos de la exposición del premier al Congreso de la República. Luego ha promulgado el Decreto Supremo 139-2020-PCM, que retoma la inmovilización obligatoria de los domingos en todo el territorio nacional; además decretó la cuarentena generalizada en cinco departamentos íntegros y 34 provincias. Se ha limitado la salida de los menores de 14 años a solo 30 minutos, acompañados de un adulto, y resaltó la formalización de la “Comisión de seguimiento, desarrollo, producción, compra y distribución de las vacunas contra el Covid-19”. Asimismo, se fortalecerá la atención primaria “para el diagnóstico precoz y tratamiento clínico” en el primer nivel de atención y se ampliará el Operativo Tayta en diversas regiones. Esto se complementa “con el reforzamiento de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas en operativos e intervenciones multisectoriales para garantizar el aislamiento social y el aforo en mercados, bancos, centros comerciales y paraderos a fin de que no sean centros de contagio, pues, ha habido relajo. Estos operativos serán intensos”. Es decir, ha reiterado, y con más dureza, el enfoque hospitalario, militar y policial para luchar contra la pandemia. 

El premier en la exposición al Congreso de la República señaló que la pandemia es una guerra. Luego de escuchar la reiteración de la misma estrategia que no ha dado resultados, constatamos que el concepto de guerra para referirse a la pandemia, según el Gobierno, no es una analogía, sino que es una guerra en modo literal. Además, es de esperar que la mejora de la eficacia y eficiencia de la gestión hospitalaria contra la pandemia no se confunda con la línea dura de la disciplina militar. Sobre todo en momentos en que los recursos humanos del Sistema Nacional de Salud sufren serios reveses, producto del fallecimiento de cientos de servidores y de la creciente precarización laboral.

El programa “Te cuido Perú”, creado el 14 de abril de 2020 y dependiente del Ministerio de Defensa, es un grupo multisectorial que tiene la función de acompañar y asistir a las personas que se quedan en sus casas. Está constituido por siete equipos de trabajo: la plataforma digital, equipo de detección de respuesta rápida (Tayta), de seguimiento médico y soporte emocional, de aislamiento, de apoyo alimentario, de vigilancia, y el equipo de tratamiento de fallecidos. Es necesario tomar en cuenta que se ha levantado el derecho a la reserva de la información de la ubicación personal de los peruanos, mediante decreto de urgencia, para luchar contra la pandemia. En ese sentido el eje central del programa “Te cuido Perú”, es la plataforma digital de “geolocalización de los ciudadanos” para lograr precisión en la ubicación de las personas infectadas. 

Se persiste en las mismas deficiencias, cuyos resultados ya son conocidos: incremento de la severidad de la pandemia y el deterioro progresivo de la economía nacional. Es necesario cambiar el enfoque sobre bases científicas y abandonar el concepto de guerra. Es obligatorio detectar el virus con pruebas moleculares, dar tratamiento precoz a los positivos y sintomáticos; pero sobre todo, rastrear a los contactos. No basta la geolocalización de la ubicación de los enfermos, se necesita rastrear a los contactos de las personas infectadas. Es necesario rediseñar el programa “Te cuido Perú”, transfiriendo funciones a los centros y puestos de salud del primer nivel de atención (centros y puestos de salud) y también a los gobiernos locales. La geolocalización y el rastreo electrónico de los contactos es útil para la vigilancia sanitaria del sector salud. Es necesario que la vigilancia epidemiológica sea útil para la toma decisiones, sobre la base de la capacidad de respuesta del Sistema Nacional de Salud. Es decir, reposicionar a la vigilancia sanitaria en la lucha contra la pandemia. La incomprensión de la vigilancia sanitaria como herramienta de gestión impide acortar el tiempo entre el conocimiento y la acción.

La capacidad de respuesta del Sistema Nacional de Salud incluye el comportamiento de la gente, los estilos de vida saludables, la incidencia en los determinantes económicos, sociales y culturales y la Atención Primaria de Salud. Eso implica utilizar los últimos conocimientos científicos y tecnológicos para combatir la pandemia, adaptados con procedimientos simples, métodos sencillos y amigables para la población. El cambio de comportamiento y estilos de vida se logra con información, comunicación y educación mediante ejemplos concretos, acopiados por la vigilancia sanitaria, en modo diario, reiterado y sostenible en el tiempo. El enfoque comunitario con la conformación de las Redes Integradas de Salud es la única alternativa al encierro y a la debacle económica de nuestro país.

El Gobierno tiene la obligación de escuchar las necesidades sanitarias de la población. No sólo se abandonaron los servicios del Primer Nivel de Atención, centros y puestos de salud, sino también, el cuidado y las atenciones de las otras enfermedades que aquejan a la gente. Asimismo, se han descuidado las estrategias sanitarias. Por ejemplo, se ha dejado de lado la vacunación contra las enfermedades infecciosas y prevenibles, como poliomielitis, fiebre amarilla, influenza y otros. Las cifras que muestran esas brechas son dramáticas. 

El Gobierno está obligado a cambiar de estrategia. La tarea es enorme y el esfuerzo de todos es imprescindible.

Por Herberth Cuba

 

Publicado en: El montonero

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Médico. Analista en temas de Salud.