Herberth Cuba García

Médico – Analista en temas de Salud

HERBERTH CUBA GARCÍA
Entrevistas

Verdad, cáncer e INEN


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Interesante reflexión sobre pacientes y oncología

Algunas apreciaciones sobre el drama de la atención a los pacientes de cáncer contradicen las matemáticas. Por ejemplo, se señala en modo equivocado que el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) es un modelo de atención exitoso. Según la evaluación del Ministerio de Salud (Minsa) del año 2016, el INEN ocupó el puesto 59 en cumplimiento de indicadores de desempeño de gestión, con 61.2 puntos, es decir, ha sido el penúltimo de los hospitales de nuestro país, si tomamos en cuenta sólo a los aprobados. (Fuente Ranking de hospitales e institutos, convenios de gestión 2016).

Además, ha existido un manejo poco transparente de la cosa pública, como, por ejemplo, la clínica privada dentro del INEN, contrato de tercerización de diálisis con un funcionario propio, compra de un irradiador de plaquetas por 2.5 millones que no se utiliza, entre otros. Se omite que es un instituto especializado que tiene un nivel de obsolescencia en el manejo de la alta complejidad del cáncer. Por ejemplo, no tiene Petscan (tomografía con positrones) ni cirugía robótica, no hace trasplante de médula ósea no emparentado, aun utiliza la radioterapia en dos dimensiones que ya está en desuso (hoy se usa radioterapia en 3D y radioterapia intraoperatoria), entre otros. El INEN no maneja pacientes que tienen otra enfermedad además de cáncer. Se da la atención con lista de espera (colas) de 6 meses y además detección y tratamiento del cáncer en modo tardío e ineficaz.

Frente a esta realidad era necesario optimizar los servicios para la prevención, detección precoz y el tratamiento integral del cáncer. El Poder Ejecutivo promulgó el Decreto Legislativo 1305 y que luego, en modo equivocado, ha sido derogado por el Congreso de la República con la Ley 30545 que restituye la vigencia de la ley 28748 que convierte al INEN en un Organismo Público Ejecutor. En acatamiento de la Ley 30545, el Minsa promulgó en abril el Decreto Supremo 011-2017-SA que modifica el artículo 136 para agregar al INEN como órgano público adscrito, junto al Instituto Nacional de Salud (INS), SIS y Susalud.

Sin embargo, es necesario precisar, que el INEN no reúne los 2 requisitos que exige la Ley 29158 (LOPE) a los organismos públicos ejecutores, es decir, “que la magnitud de sus operaciones sea significativa” y que “se requiera una entidad dedicada a la prestación de servicios de alcance nacional.” El INEN tiene una magnitud de atenciones de salud que se equipara con las que realizan los otros 7 institutos nacionales que operan como órganos desconcertados del Minsa, y tampoco realiza sus operaciones a nivel nacional, porque no tienen establecimientos de salud propios en todo el país. 

El INEN como Órgano Público Ejecutor (OPE) está sujeto a los lineamientos técnicos del Minsa y depende y formula sus propios objetivos y estrategias en coordinación con éste. En ese sentido, el Minsa tiene competencias exclusivas en el Programa Presupuestal de Prevención del Cáncer (PPR 024 Cáncer) y en el Plan Esperanza que han incrementado de casi 369 millones soles en el 2017 a más de 562 millones en el 2018, es decir un incremento de 52.4%.  Además, de esos montos, el INEN en el 2017 ha recibido más de 111 millones de soles, recibirá más de 154 millones el 2018. Además, la estructura funcional programática del PPR-cáncer era engorrosa, inmanejable y de difícil cumplimiento (32 productos, 33 actividades y 93 tareas). En el presupuesto 2018 se ha reducido a 11 productos, a 34 actividades y a 34 tareas, es decir, cada actividad tiene una tarea específica. Los productos de prevención estaban determinados según los órganos enfermos, como, cáncer de pulmón, hígado, y otros más. Este criterio no se ajusta al modelo vigente de atención integral de las personas, de la familia y la comunidad. Se ha tomado en cuenta el tratamiento del cáncer y las enfermedades asociadas a él. Se han incorporado los cuidados paliativos, es decir, el cuidado de la calidad de vida del paciente próximo a morir o llamado terminal. Además de la consejería.

El INEN carece de establecimientos propios que desarrollen actividades preventivas a nivel nacional, como tiene el Minsa y los gobiernos regionales. Esa ventaja debe ser aprovechada para promover estilos de vida saludables, detección precoz del cáncer y tratamientos oportunos. Esa es la lógica de Oncominsa, del PPR 024 y del Plan Esperanza. Es decir, pasar de medicina curativa a la medicina preventiva. Trabajar en red y en modo complementario. Ahorrar dinero y vidas. Continuar con el modelo curativo basado en el INEN es condenar a los pacientes a colas interminables, agravamiento progresivo del cáncer e incremento del “negocio de la Enfermedad”.

Herberth Cuba

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Médico. Analista en temas de Salud.